martes, 26 de junio de 2007
Cuatro mitades
La imposibilidad lingüística y que en matemáticas equivaldría a dos enteros a la que el título hace referencia es una idea en la que podemos basar el sufrimiento del humano primermundista. Una vez que el sustento, el refugio y demás derechos humanos que siguen pareciendo exclusividades humanas, están cubiertos, el hombre se preocupa por cuatro asuntos en su vida: el éxito o reconocimiento profesional, el ocio y las amistades, el amor y el sexo y la interioridad. La broma del destino es que ni cubriendo el 75% (tres de las cuatro mitades) la satisfacción reina en nuestra vida. El afán del ser humano de querer más cada vez se individualiza y personaliza en ese ansia destructiva de tener una existencia perfecta. Hace que sólo podamos pensar en aquello que nos falta, aún cuando lo demás es ya perfecto. Y mi duda es: una vez cubiertas las cuatro mitades, ¿se es feliz o se descubre una quinta mitad cuya existencia desconocíamos? Sea como sea, es indudable que el ser humano seguirá intentando redondear la jugada. Continuarán los esfuerzos por aunar las cuatro mitades.
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