jueves, 21 de junio de 2007

Con la cabeza levantada


To all those who can't be proud.


Me encanta actuar. Sentir la energía de un público que espera cada palabra que sale de tus labios es increíble. Y creo que lo que me gusta de actuar es que sé diferenciarme de los personajes que interpreto. Porque es en la vida, donde se da vida al papel más importante: a uno mismo. Fingir ser otra persona es divertido porque sigues conociéndote. Pero ser otra persona es devastador porque dejas de saber quién eres. De eso se trata el orgullo. Muchos heterosexuales y demasiados homosexuales menosprecian el orgullo argumentando que no hay un orgullo hetero, que no podemos estar orgullosos de ser gays porque no lo elegimos. No he sufrido acoso escolar (no que fuese preocupante al menos) por ser gay. No he hecho nada considerado ilegal por mi sexualidad. Pero tuve que ser alguien que no era yo. Y llegar a ser yo mismo es suficiente motivo para estar orgulloso, para salir a las calles a celebrar lo que hemos conseguido, para salir a las calles a reclamar lo que aún nos queda por conseguir. Quizá no pueda estar orgulloso de ser gay. Fue una coincidencia, destino, como quiera llamarse. No hice nada para serlo. No fue el resultado de mi trabajo. Pero estoy orgulloso de ser el hombre gay que soy. Estoy orgulloso por haber dejado de ser otra persona. Estoy orgulloso de mi orgullo.


Una semana para el día internacional del orgullo LGTBS.

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