Para ir en contra del mundo y el orden preestablecido, yo reflexiono un día después de las elecciones y no un día antes, y es que hoy se ha hecho definitivo el hecho de que tengo un título de Bachiller. Y uniéndolo a que ayer voté por primera vez, el resultado es que me paro a pensar. En el paso del tiempo. En la propia vida. O en los dos hechos anteriormente citados aunados, es decir, el hacerse viejo. O mayor, que es políticamente más correcto. Y en la incertidumbre del futuro, la pérdida de las ilusiones y demás bagaje lleno de mierda de esta sociedad en la que el éxito, el poder y el dinero lo son todo.
Por suerte veo la botella medio llena (y no es que la señora de Aznar esté fondona como bien ha dicho Patricia Conde) y sé que lo que queda por delante, va a ser mucho mejor que lo que queda atrás.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario